Si has decidido vivir en pareja, ya sea porque te casaste o decidiste convivir, no solo sumas del otro las cosas buenas como: nueva familia, amigos, etc., sino también algunos contra que si no se manejan bien, pueden afectar la relación. Uno de estos son las deudas. Y no es un tema que se deba tomar a la ligera ya que hay muchos problemas en pareja que se dan por dinero. Quisimos saber más sobre cómo las deudas en el matrimonio pueden afectar la relación y esto fue lo que Novios a Bordo contó para Solven
¿Las deudas de la pareja son causa suficiente para divorciarme?
En los últimos 5 años los divorcios han aumentado en sobremanera en Perú. Si bien las deudas de la pareja no son una causal, por ley, para divorciarse, si es una razón, dentro de la unidad familiar, que puede propiciarlo. De hecho, podrían incluirse dentro de lo que se denomina “diferencias irreconciliables” que, en conjunto, representan el 40% de las causas de divorcio en el país. En algunos países, los problemas por deudas en el matrimonio, incluso representan el 26% de las razones para divorciarse, ubicándose por encima de la infidelidad.
¿Cómo evitar que el dinero sea la causa del divorcio?
Novios a Bordo aconseja a las parejas que piensan iniciar una vida juntos que no tengan temor a hablar de temas financieros, incluso antes de casarse. Hay que tener en claro que las metas financieras de cada uno sean compatibles para reducir los problemas económicos a futuro.
Si se conversa sobre temas “delicados” como estos, no solo se fortalece el vínculo de confianza en el otro, sino que se es capaz de dividir, conscientemente, las responsabilidades económicas del hogar, incluso proyectándose a las que surgirán cuando lleguen los hijos. En otras palabras, es sano hablar sobre cuánto se gana y cuánto se puede aportar, y debe dejar de verse como un tema tabú dentro del matrimonio.
¿Cómo enfrentar las deudas de la pareja?
Si se quiere evitar un divorcio a futuro, se debe hacer frente al problema, pero ambos tienen que poner de su lado. Una primera solución, para no afectar las finanzas del hogar (o del cónyuge que no es deudor), es gestionar la separación de patrimonios, que se puede hacer antes, durante o después del matrimonio. Aunque esta alternativa suena radical, es la mejor opción para que el patrimonio individual no se vea afectado por un mal manejo de las finanzas de cada quien.
Como deudores lo mejor es aceptar el error y dejar de eludir el problema. Por otro lado, como pareja, hay que evitar la victimización y comprometerse con el otro para ayudarle a lidiar con el conflicto. Se puede partir por poner sobre la mesa todas las deudas acumuladas para tener en claro cuál es la situación financiera, tras esto debe trazarse un plan que ayude a lidiar con el pago y limitar al deudor al uso de crédito inmediato, para lo cual este último debe estar de acuerdo y poner de su parte.
¿Qué pasa con las deudas si me divorcio?
Aunque lo ideal, nos, cuentan, desde Novios a Bordo, es aprender a hacer frente, como pareja, a los problemas financieros y priorizar la relación frente a los malos hábitos económicos, hay esposos que no resisten este tipo de crisis y optan por separarse. Si esta situación se da, nos dicen, hay una serie de cosas que se tienen que tener en cuenta:
En el caso de haberse casado por bienes separados, no hay ningún inconveniente tras la separación ya que las deudas y los bienes siguen siendo independientes de la unión conyugal; no obstante, esto cambia cuando se trata de una sociedad de gananciales donde tanto los bienes como las deudas, adquiridos durante el matrimonio, son responsabilidad de los dos, siempre y cuando se demuestre que el dinero prestado o dado al crédito, beneficie a ambos.
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Si estás en esta situación, aún hay medidas que se pueden seguir para evitar que el problema crezca y, por el contrario fortalecer la relación en pareja trabajando en conjunto por solucionarlo, finalizan desde Novios a Bordo.
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