Es emocionante tener en tus manos la primera tarjeta de crédito. Creés que podés conseguir todo lo que querás fácilmente. A mi me pasó y debo aceptar que por ignorancia no la pasé bien la primera vez que usé todo mi crédito. ¿Por qué? Porque no tenía idea de todas las responsabilidades que venían con ello. Aprendí del error y ahora sé sacarle el provecho a mis tarjetas de crédito y, sobre todo, sé usarlas de forma responsable: ¡libre de deudas!
En esta nota te cuento lo que aprendí para no caer en los terribles problemas de endeudamiento.
Conocé las fechas de pago
El crédito que usés de tus tarjetas lo tendrás que pagar tarde o temprano. Y todas las tarjetas tiene fecha de facturación y un límite para cumplir con ellas. ¡Grabalas en tu memoria y evitá el pago de las moras!
Debés tener presente que todas las tarjetas de crédito tienen un ciclo de facturación de treinta días. Luego de estos días tendrás veinte días más como periodo de gracia ¡no descuidés las fechas! y si no podés cumplir con el monto total, siquiera cumplí con el pago mínimo para no incrementar aún más tu deuda.
Evitá el pago mínimo
Arriba te he dicho que por lo menos pagués el monto mínimo. Esto te lo aconsejo si y solo si no te quedá otra opción (como por ejemplo que el pago está por vencer y no tenés el monto total). Pero lo ideal es evitarlo a toda costa; ¿por qué? porque según especialistas si te acostumbrás a pagar siempre el monto mínimo podés terminar pagando hasta 500% más del costo inicial de tu deuda. ¡Increíble, pero cierto!
Mantené tu historial limpio
No comprés al crédito productos que no necesités. Los créditos deben ser usados solo en servicios o productos necesarios y es que generan intereses. Yo aprendí a que si tenía el efectivo era mejor usar esta plata a la de mis tarjetas. No te digo que sea malo usar tus tarjetas de crédito, de hecho estas te ayudan a iniciar tu historial crediticio, pero siempre es mejor que aprendás a usarlas de forma responsable.
Tres consejos adicionales:
1. Nunca usés tu tarjeta de crédito para financiar tu negocio propio, siempre será más barato optar por un préstamo.
2. Nunca usés la disposición en efectivo de tus tarjetas de crédito, los intereses son más altos que un préstamo, por lo que solo te aconsejo usarlo en emergencias.
3. Compara bien antes de elegir una tarjeta de crédito. Así podés elegir la que te brinde más beneficios, menos intereses e incluso te libere del costo de membresía.